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La Verdadera Naturaleza de un Guardián de la Tierra: Lo que Todo Ser Humano Puede Llegar a Ser

“¿Qué es un Guardián de la Tierra?” le pregunté a mi grupo mientras nos preparábamos para un viaje de sanación del alma, anclado en los ritos del Munay-Ki. Es una pregunta que va mucho más allá de los títulos o las enseñanzas. Porque ser Guardián de la Tierra no es algo ruidoso ni grandioso. No nace de la culpa ni del juicio. Un verdadero Guardián de la Tierra no avergüenza a otros para que cambien. Protege la Tierra desde el amor, con humildad, compasión y una profunda escucha.

Un Guardián de la Tierra vive en íntima relación con Pachamama—nuestra Madre Tierra. Siente su latido, recibe sus instrucciones, percibe sus anhelos. No está separado de ella—es parte de ella.


Los ritos del Munay-Ki son una serie de transmisiones energéticas provenientes de antiguas tradiciones andinas. Estas iniciaciones despiertan en nosotros la memoria de lo que realmente somos y nos llaman a convertirnos en un nuevo tipo de ser humano—consciente, con el corazón abierto y al servicio de toda la vida. No son solo enseñanzas, son códigos vivos de transformación que nos invitan a caminar la Tierra en reciprocidad sagrada y a convertirnos en cuidadores de un nuevo futuro.


Ayer mismo visité a mi querido amigo Manuel Choqque, un agricultor de cuarta generación, científico en toda su esencia, y a la vez uno de los Guardianes de la Tierra más humildes que conozco. Aunque vive con sencillez y se mantiene fiel a sus raíces andinas, Manuel es reconocido a nivel mundial por su labor transformadora. Está recuperando variedades ancestrales de papa que estaban en peligro de extinción, revitalizando no solo la biodiversidad sino también la memoria cultural de su pueblo. Su trabajo ha sido celebrado en diferentes partes del mundo, pero él sigue caminando con humildad y devoción a Pachamama.

Mientras hablábamos con uno de sus amigos, reflexionamos sobre lo alineados que están nuestros caminos. Ambos hemos respondido al llamado de los Apus—los espíritus de las montañas del Perú—y hemos elegido servir a la Tierra de una manera sagrada y única.

Manuel creció en las alturas de Huatata. Recuerda caminar hacia los campos de cultivo con su padre y ver la tierra cubierta de escarcha que luego se derretía con el calor del sol. Hoy, desde su granja en Huatata, observa cómo los glaciares se están retirando—al igual que yo los veo retroceder en Alaska. Sí, sabemos que el ser humano influye en estos cambios, pero también sentimos que forman parte del gran ritmo de Pachamama, un ciclo natural que reconocemos en nuestros huesos.


Porque ser Guardián de la Tierra no es solo estudiar la Tierra, sino pertenecerle.

Y ese es el propósito de este mensaje. Yo creo que todo ser humano puede convertirse en un Guardián de la Tierra. ¿Qué se necesita? Recordar. Recordar quién eres. A qué viniste. De dónde vienes.


Eres de la Tierra. Tu linaje está tejido con la sabiduría de la naturaleza. Naciste en esta gran escuela viva que te ofrece todo lo necesario para volver a la armonía.


Cuando comencé a crear mi documental, Viaje al Corazón de los Andes, nunca pensé que me convertiría en cineasta. Solo seguí el hilo de mi propósito, guiada por el amor profundo a esta tierra y a su gente. Mi formación científica me ayudó a entender los ecosistemas, pero fue mi conexión espiritual con Pachamama lo que me reveló una verdad más profunda: no podremos sanar el planeta desde afuera—debemos volver a ser parte de él.

Entonces te pregunto: ¿estás listo para convertirte en Guardián de la Tierra, a tu manera?

No a la manera de otro. A la tuya.


¿Cuáles son los dones únicos que tú puedes ofrecer? ¿Qué puedes cuidar—en tu casa, en tu jardín, en tu comunidad? Pachamama no te pide que seas algo que no eres. Solo te pide que recuerdes quién eres.


🌿💫 Te invito a ver mi documental Viaje al Corazón de los AndesUna experiencia que honra a Pachamama y a los Guardianes de la Tierra de ayer, hoy y siempre.👉 Haz clic aquí para verlo en Kinema


 
 
 

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